Trabajando desde casa mientras cuidas a tu bebé o tu hijo que empieza a caminar
Si estás trabajando desde casa, tal vez te estés preguntando cómo puedes mantener a tus hijos entretenidos sin dejar de ser productivo.
Es posible trabajar desde casa y cuidar a tus pequeños al mismo tiempo, pero podría ser útil que desarrolles con tiempo un programa sencillo y planifiques algunas actividades divertidas para hacer bajo techo, de manera que tengas a mano todos los implementos que vas a necesitar. Cuidar a un hijo (o hijos) de menos de 36 meses de nacido también significa que muy probablemente tendrás que hacer la mayor parte de tu propio trabajo en períodos cortos, y tendrás que priorizar las actividades teniendo esto en mente.
Para ayudarte a barajar ambas responsabilidades, hemos recopilado algunos excelentes consejos para trabajar desde casa mientras cuidas a tus pequeños. ¡Tal vez habrá momentos que parecerán abrumadores, pero lo vas a lograr!
Cómo ser productivo trabajando desde casa
Estos son algunos consejos para trabajas desde casa cuando tienes hijos de menos de tres años:
Trabaja mientras tu pequeño duerme. Aprovecha las siestas de tus hijos para atender las tareas más apremiantes. Si tus hijos tienen una rutina de sueño relativamente predecible, tal vez puedas hacer llamadas telefónicas importantes o centrarte más en un proyecto mientras ellos duermen tranquilamente. Otra buena idea es trabajar antes de que despierten o después de que se han ido a dormir, especialmente si tu trabajo te permite esta clase de flexibilidad.
Comparte la carga. Si tanto tú como tu pareja están en casa, podrían tomar turnos en los que uno de ustedes se encarga de dar de comer o jugar con los hijos mientras el otro aprovecha para trabajar. Al hacer turnos, ambos pueden hacer algo de trabajo sin dejar de atender a sus pequeños.
Planifica lo mejor que puedas los días y la semana. Programa la hora en que vas a despertar y lo que harás cada día. Tener un plan y una lista de actividades te ayudará a centrarte en los puntos más importantes cuando enfrentes distracciones.
Trabaja mientras das el pecho o extraes leche materna. Si extraes tu leche materna, tal vez puedas usar un extractor a manos libres para que puedas seguir trabajando o al teléfono. Si amamantas a tu pequeño, posiblemente puedas al mismo tiempo hacer llamadas telefónicas o leer algún informe.
Vístete para trabajar. Te puede parecer útil vestir en forma profesional para sentir que estás “en el trabajo” durante las horas laborales, y después cambiarte por algo más cómodo para la noche. Esto también ayuda a dividir el día y puede servir para que tengas la disposición tanto para trabajar como para el descanso. Visto de otro modo, también es posible que quieras aprovechar la oportunidad de trabajar en la comodidad de un pantalón deportivo y una camiseta.
Trabaja mientras tus hijos juegan. Tal vez puedas hacer tandas cortas de trabajo mientras tus hijos se entretienen solos. Si es posible, el tipo de trabajo que trates de hacer mientras tus hijos están despiertos debería ser el que se puede interrumpir, ya que probablemente tus pequeños estarán tratando de obtener tu atención.
Aprovecha los fines de semana. Por ejemplo, tal vez puedas cocinar los sábados o los domingos para tener almuerzos y bocadillos listos para la semana siguiente. Otra buena idea para el fin de semana es buscar algunas actividades que se pueden hacer bajo techo con tu bebé o tu hijo que empieza a caminar, y así no tener que hacerlo a la mitad de la semana.
Elimina otras distracciones. Con tu pequeño ya tienes suficientes ocupaciones. Si es posible, elimina las actividades que te hacen perder el tiempo, como las redes sociales. Existen, por ejemplo, aplicaciones que puedes usar para bloquear el acceso a redes sociales durante las horas de trabajo. También podría ser útil programar media hora de cada día para quehaceres, de manera que no estés constantemente tratando de levantarte y dejar lo que estás haciendo.
Sé realista.Tal vez necesites ser más flexible en tu forma de trabajar y usar la creatividad en el uso de las horas que tienes a tu disposición. No te mortifiques si no puedes hacerlo todo, o si no puedes hacer todo a la perfección, porque nadie puede. Un objetivo más razonable para los padres que trabajan es ser eficientes y productivos, lo que puedes lograr si sigues algunos de los consejos de este artículo.
Si puedes, dedica un tiempo para ti. Es natural sentirse como enjaulado si llevas mucho tiempo trabajando desde casa y al mismo tiempo te encargas de cuidar a tus hijos. Si es posible, durante su siesta o cuando ya se hayan ido a dormir, date un tiempo para hacer algo para ti, como ver una serie por TV, darte un baño relajante, o hacer un poco de ejercicio.
Sigue leyendo para ver consejos específicos para padres que trabajan en casa y tienen un recién nacido, un bebé mayor, o un hijo que ya empieza a caminar.
Trabajo desde casa con un recién nacido
Es probable que tu bebé recién nacido duerma en tandas de tres o cuatro horas durante todo el día, así que tendrás períodos de tiempo amplios para trabajar durante sus siestas diurnas. Ten en mente que también te estarás levantando en la noche para alimentarlo, y aunque compartas esta actividad con tu pareja, debes prepararte para sentir algo de sueño durante el día.
Mientras trabajas, tal vez quieras “ponerte” a tu recién nacido en un portabebé o una cangurera para que pueda sentirse cerca de ti mientras haces tus cosas.
Aunque se trata solamente de algo adicional que es bueno tener, un moisés puede ayudar a los padres que trabajan en casa porque se puede mover con facilidad para acercarlo a la mesa o el escritorio, permitiéndote estar cerca de tu recién nacido mientras trabajas.
Claro que, si la puerta es suficientemente ancha, también puedes mover la cuna de tu pequeño de una habitación a otra. Ten en mente siempre que, por seguridad de tu bebé, debe dormir solamente en su cuna o moisés.
Cómo seguir siendo productivo trabajando desde casa con un bebé mayor
Considerando que tu bebé querrá estar cerca de ti, y que tú desearás mantenerlo vigilado, coloca algunos juguetes o un centro de actividades sobre una colchoneta o dentro de un corral junto a ti. En esta forma tal vez puedas hacer algo de trabajo mientras tu pequeño juega a tu lado.
Si a tu bebé le gusta y tiene uno, también puede pasar algunos ratos en un columpio o una mecedora para bebé. Así, tal vez consigas un poco de paz y quietud para trabajar mientras tu bebé se encuentra entretenido.
Probablemente tu bebé toma dos siestas por día, una a media mañana y otra a media tarde, así que aprovecha estas oportunidades para trabajar un poco.
Trabajando en casa con un pequeño que empieza a caminar
Trabajar desde casa teniendo un bebé que empieza a caminar tiene ventajas y desventajas. Entre lo positivo está que tu pequeño tal vez puede entretenerse por su cuenta durante períodos breves y que tal vez todavía toma una o dos siestas al día, tiempo que puedes usar para trabajar. El reto es que, cuando está despierto, es probable que exija más atención de tu parte.
Está bien esperar que tu pequeño que empieza a caminar se entretenga por su cuenta por períodos breves ocasionalmente. Tal vez tengas que ser firme y decirle que tiene juguetes para jugar y que durante los siguientes 30 minutos debe entretenerse en silencio. Para ayudar a que tu hijo entienda que el tiempo para jugar a solas termina en un momento determinado, piensa en utilizar el temporizador de tu teléfono o del microondas. Hazle saber que, en cuanto suene el temporizador, podrás tomarte un descanso y pasar algún tiempo con él para jugar su juego favorito o leer un libro. Recuerda que jugar a solas y ser capaz de usar su imaginación para evitar el aburrimiento es una habilidad importante que debe aprender.
Para ayudar a que aprenda a jugar a solas, crea un espacio seguro dónde hacerlo. Puedes hacer que la sala de estar sea segura para niños y dejar que juegue en esa área libremente mientras tú trabajas cerca de ahí, desde la barra de la cocina o la mesa del comedor.
Premia a tu pequeño por jugar un tiempo a solas haciéndole elogios y mostrando interés en lo que estuvo haciendo.
Otra opción es que tu pequeño monte su propia “estación de trabajo” al otro lado de la mesa que tú estás usando. Por ejemplo, podría ponerse a “trabajar” en un dibujo mientras tú te dedicas a enviar correos. Podrías decirle que ya es un niño grande y que van a trabajar por 30 minutos antes de que puedan tomarse un descanso juntos.
Ejemplo de un programa diario para trabajar en casa
Aunque tendrás que diseñar una rutina que funcione bien para ti y tu familia, aquí te damos un ejemplo de cómo podría ser un día trabajando desde casa mientras cuidas a tus hijos:
Mañana temprano | Ten el propósito de terminar el trabajo más importante antes de que tus hijos despierten, porque así no tendrás tantas distracciones. Tal vez también quieras usar este tiempo para hacer un poco de ejercicio y preparar tu día. |
Desayuno | Hora del desayuno para ti y tus hijos. Vístelos y cepilla sus dientes. |
Media mañana | Juega un rato con tus pequeños. Si tus hijos toman una siesta en la mañana, o si hay períodos en los que pueden entretenerse solos, trata de avanzar un poco en tu trabajo. |
Almuerzo | Hora de comer para ti y tus hijos. |
Tarde | Si tus hijos toman una siesta en la tarde, aprovecha este tiempo para hacer llamadas importantes o para terminar cualquier trabajo urgente. Tal vez quieras reservar unos 30 minutos para los quehaceres domésticos más apremiantes. Cuando estén despiertos, dedica un tiempo a jugar con ellos, pero si juegan solos durante períodos cortos, utiliza ese tiempo para trabajar. |
Cena | Dedica tiempo de calidad con tus pequeños, cenen juntos, dales un buen baño y cuéntales un cuento para dormir. |
Noche |
Cuando tus hijos se hayan ido a dormir, tal vez puedas trabajar algunas horas más. Como este tiempo estará libre de distracciones, tal vez puedas hacer el trabajo que requiere más concentración de tu parte. También podrías usar este tiempo para responder los correos electrónicos que no pudiste atender durante el día. Termina el día con una ducha, leyendo un libro, o mirando un poco de televisión para relajarte. |
Fin de semana |
• Prepara comidas y bocadillos para los próximos días • Haz una lista de las cosas que tienes que hacer y diseña un plan para la semana • Consigue materiales artísticos para que los tengas cuando se necesiten • Haz los quehaceres críticos, como lavar la ropa, para que tengas más tiempo durante la semana |
Cómo enfrentar berrinches, peleas y otras conductas
Si tienes que compartir el tiempo con un pequeño que empieza a caminar, o si hay más de un niño en la casa, tal vez te topes con problemas que harán difícil trabajar en casa, como los berrinches y las peleas entre hermanos (que con frecuencia terminan en berrinches). Estas son algunas formas en que puedes aminorar y posiblemente hasta eliminar los berrinches y otras conductas no deseadas:
Evita decir “no” siempre que sea posible. No tienes que ceder a cada exigencia, pero puedes tratar de desviar algunas peticiones, redireccionar la conducta, u ofrecer una alternativa. Por ejemplo: si un hijo en edad preescolar y otro pequeño que empieza a caminar desean correr sobre el piso de madera que tú no quieres que rayen, podrías sugerirles que mejor lo hagan en un área donde hay alfombra. Si están haciendo algo que es inseguro, obviamente debes decir “No, eso es peligroso” y redirigir su atención a otra parte.
Reconoce la buena conducta. Cuando tu hijo hace algo que tú querías que hiciera (especialmente algo que anteriormente ha sido difícil), prémialo con un elogio: “Cepillaste muy bien tus dientes” (o jugaste muy bien con tu hermano, o hiciste un buen trabajo al recoger tu ropa). Esta táctica puede ayudar mucho para reforzar su autoestima y mantener un ambiente de calma y alegría.
Concede pequeñas victorias. No dudes en ceder cuando lo que se juega no es mucho. Por ejemplo: si tus hijos quieren desayunar con el pijama puesto, deja que lo hagan. Evitar las discusiones sobre asuntos relativamente menores puede ayudarte también a conservar energía.
Ofrece opciones para elegir. Cuando tu pequeño que empieza a caminar tiene la posibilidad de elegir algo, es posible que sea más abierto ante la situación. Por ejemplo: si no le gusta vestirse, cuando le estés poniendo la ropa en la mañana podrías decirle “¿quieres la camisa azul o la amarilla?” y dejar que decida. Pero solamente ofrece dos opciones y siempre elige las que sean aceptables para ti.
Usa una cuenta regresiva. Si algo divertido está a punto de terminar, en lugar de decir “apaga la televisión” informa a tu hijo que le quedan 15 minutos. Vuelve a avisarle cuando le queden 5. Hazle muchos elogios cuando pare a tiempo y cumpla lo que acordaron con anticipación. El uso de temporizadores funciona bien con esta estrategia porque a los niños pequeños les emociona mucho que el reloj llegue a cero y suene la alarma, y esto desvía su atención de la actividad que está a punto de terminar.
Haz que se rían. Si ves que tu pequeño está de mal humor, trata de hacerlo reír antes de que empiece un berrinche. Por ejemplo, si no quiere cepillarse los dientes, rétalo a ver quién llega primero al baño haciendo el ruido más tonto en el camino.
Trata de hacer que tomen turnos. Para evitar que peleen por un juguete, trata de hallar dos juguetes que les gusten a ambos. Haz que cada uno juegue con uno de los juguetes durante un tiempo definido (puedes usar un temporizador), y que después intercambien. Aunque supervisar esta actividad puede tomarte mucho tiempo, es un buen primer paso para aprender a compartir, lo que es un gran reto para la mayoría de los niños pequeños.
Si es la primera vez que tienes que trabajar desde casa y cuidar a tus hijos al mismo tiempo, tal vez sientes que esto es un poco abrumador. Date el tiempo para adaptarte e identificar cuáles son las rutinas más efectivas para ti. Con un poco de práctica, pronto entrarás en un ritmo que funciona bien para ti y tu familia. Tal vez también te ayude pensar en todas las cosas positivas que vienen con el trabajo desde casa, como el pasar menos tiempo yendo y viniendo del trabajo, y más tiempo con tu familia.
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