Bronquitis en bebés: síntomas y tratamiento
La bronquiolitis y bronquitis vírica es una enfermedad infecciosa propia de lactantes y guaguas pequeñas que afecta a todo el tracto respiratorio, pero fundamentalmente a las vías de paso de aire más pequeñas del pulmón (los bronquios o los bronquiolos).
La bronquiolitis está causada por diferentes tipos de virus, que también producen, en niños más mayores, catarros o enfermedades parecidas a la gripe, pero el Virus Respiratorio Sincitial (VRS) es su agente causal más común, seguido del de la Parainfluenza.
Los guaguas pequeñas adquieren esta infección cuando entran en contacto con otras personas que la tienen. Generalmente, se contagian de otras guagüitas (más probable entre los que acuden a guardería), de sus hermanos mayores o de otros miembros de la familia en los que la enfermedad se manifiesta como un simple catarro.
El virus se extiende cuando la persona infectada estornuda o tose, expulsando las secreciones que contienen el virus, y éstas entran en contacto con el niño directa o indirectamente (por ejemplo, se depositan en la superficie de una mesa, o en juguetes u otros objetos que el niño toca, y luego se lleva las manos a la boca o nariz).
Signos y síntomas
Los síntomas empiezan entre los 3 y los 7 días después de contagiarse con el virus. Suele comenzar como un catarro, con fiebre y obstrucción de la nariz. Entre 2 y 4 días después, el virus se extiende a los bronquios y bronquiolos originando irritación y estrechamiento de estas vías respiratorias, lo cual provoca que el niño tosa y emita una especie de pitido (sibilancia) cuando respira. Además, la guagua afectada respira más deprisa (como si tuviera un ataque de asma) y con más dificultad.
Generalmente, en esta fase la fiebre ya ha remitido, aunque en algunos casos puede persistir. La mayoría de las guaguas en estas condiciones tienen poco apetito, y las guagüitas más pequeñas pueden tener problemas incluso para mamar o tomar el biberón porque se cansan al no poder respirar bien.
Además, suelen dormir mal o tienen un sueño muy ligero y se despiertan a menudo. Los pitidos suelen mejorar en un periodo que va de los 3 a los 7 días, pero la obstrucción de la nariz puede durar más, y la tos puede persistir hasta 1 ó 2 semanas.
Cuándo acudir al médico
El niño requiere atención pediátrica inmediata si:
Cada vez respira peor.
Se observa un hundimiento de los espacios situados entre las costillas cuando respira.
El niño tiene los labios morados o azulados.
No puede mantenerlo despierto.
Requiere atención pediátrica en horas de consulta si:
El niño no quiere beber/comer como antes.
El niño tiene fiebre alta (por encima de 39°).
El niño se queja de dolor de oídos, o se tira de las orejas y está irritable.
El niño tiene mucha tos y mucosidad.
Tratamiento
La mayoría de las guaguas pequeñas con bronquiolitis no necesitan una medicina específica, pero necesitan paciencia y cuidados para respirar y beber más cómoda y fácilmente. En climas muy secos, es recomendable poner un vaporizador o humidificador en la habitación donde duerme el niño para ayudarle a mantener las fosas nasales despejadas. Este aparato le ayudará a que las secreciones sean más fluidas y fáciles de eliminar. El agua del vaporizador no debe estar caliente, ya que no es necesario y podría provocarle quemaduras si por accidente se derramara sobre él.
Para ayudarle a respirar, puedes aspirarle la nariz de vez en cuando (cada 2 ó 3 horas) tras administrarle gotas de suero fisiológico, en las fosas nasales. También es útil levantarle un poco la parte superior del colchón de la cuna poniendo algo debajo, así la mucosidad le bajará un poco y no se le acumulará tanto en la nariz durante el sueño. Si tiene dificultad para mamar, tomar el biberón o comer, ofrécele tomas más pequeñas y más frecuentes. Piensa que, en estas condiciones, la ingestión de líquidos (agua, leche o zumos) es más importante que la de sólidos.
Para aliviarle, puede utilizarse el paracetamol (antitérmicos-analgésico) en gotas orales si la fiebre es mayor de 38.5°, pero no debe darse aspirina a niños con infecciones virales (consulte con su médico antes de dar medicamentos). En casos graves, el niño con bronquiolitis puede necesitar el ingreso en clínica para administrarle medicamentos que le dilaten los bronquios y le ayuden a respirar.
Las guagüitas de más de 6 meses de edad, si existe mucha obstrucción bronquial que dificulta una correcta ventilación, mejoran tras la administración de broncodilatadores en inhalación, con una cámara adecuada para cada edad. Dicho tratamiento es necesario y debe administrarse en los casos más graves (aunque los niños más pequeños, pueden no responder a dichos fármacos). A veces se debe asociar algún antiinflamatorio al tratamiento, junto con una correcta ingestión de líquidos y lavados nasales.
La bronquiolitis está causada por virus y, por tanto, los antibióticos no resultan eficaces. Sin embargo, tu guagua puede necesitarlos si tiene además una infección bacteriana asociada (por ejemplo, una infección en los oídos). Como la tos ayuda a limpiar las vías aéreas, no está indicado el uso de medicinas que supriman la tos (antitusivos), al contrario, pueden ser perjudiciales.
En todo caso, los medicamentos broncodilatadores, especialmente si existe dificultad respiratoria o muchas sibilancias, ablandarán y aliviarán la tos. También debe evitarse el uso excesivo de descongestionantes nasales, ya que estas medicinas pueden espesar las secreciones y tener efectos colaterales perjudiciales en niños pequeños.
Otros consejos / contagio
Los guaguas con bronquiolitis son la principal fuente de transmisión de la enfermedad, especialmente durante los primeros días, cuando tienen fiebre, tos y estornudan. Las mucosidades nasales y la saliva pueden ser contagiosas durante 1 semana o más. En realidad, no se puede hacer mucho para evitar que los niños transmitan o adquieran este tipo de infecciones respiratorias. Tirar los pañuelos de papel sucios tras usarlos, junto con un buen lavado de manos, puede ayudar a disminuir la transmisión entre familiares.
Si la bronquiolitis es leve, no suele ser necesario limitar las actividades del niño/a porque los niños ajustan muy bien por sí mismos su actividad a su estado general. Las guaguas pequeñas podrán volver a la guardería cuando ya no tengan fiebre, se alimenten con normalidad y se sientan bien (una tos o una secreción nasal persistentes no son motivo suficiente para que se queden en casa).
Diferencias entre una bronquiolitis o bronquitis vírica y una alergia
Las bronquitis, especialmente si son frecuentes, pueden ser difíciles de diferenciar de una alergia porque los síntomas se parecen. Las alergias tienden a producir una secreción de mucosidad relacionada con los cambios de estación o con el contacto con el polvo, humedad, etc.
La alergia se acompaña de tos seca con sibilancias o pitidos, estornudos muy frecuentes y/o seguidos, picor en los ojos y lagrimeo abundante. Los niños con alergia no tienen fiebre, ronquera ni dolor muscular. Y a diferencia del resfriado, las alergias suelen durar más de dos semanas y pueden iniciarse más bruscamente tras la exposición a aquello que las produce (polvo, polen, etc.) Puesto que el tratamiento de las infecciones respiratorias víricas y de la alergia es diferente, consulta con el médico si tienes dudas.
Nota importante: Las guaguas pueden aspirar pequeños objetos, que originarán pitidos parecidos a los de la bronquiolitis si les llegan a los pulmones. Si el niño/a presenta dificultad para respirar de forma repentina después o mientras está jugando con objetos pequeños, acude a urgencias.
Preguntas frecuentes
Mi hijo siempre tiene bronquitis asmática, aunque está vacunado contra la gripe. ¿Por qué? La vacuna contra la gripe no previene todos los virus respiratorios. Existen muchos otros virus, como el Virus Respiratorio Sincitial (VRS) y los rhinovirus, que pueden causar resfriados y bronquitis.
El pediatra me recomienda sacar a mi hija de la guardería por sus bronquitis. ¿Tiene razón? Sí, la guardería puede aumentar el riesgo de infecciones respiratorias debido al contacto con otros niños enfermos.
¿Cómo puedo prevenir las bronquitis de mi hijo si mis otros dos niños siempre están resfriados? Mantén una buena higiene, como tirar los pañuelos sucios inmediatamente y lavar las manos frecuentemente.
Mi hija pequeña tiene "pitos" cuando se resfría. ¿Es posible que sea alérgica? Es difícil diferenciar entre bronquitis y alergias en niños pequeños. Las alergias suelen durar más y no causan fiebre ni dolor muscular.
Mi hijo mejora con aerosoles pero sigue con mocos por mucho tiempo. ¿Es normal? Sí, los síntomas como los pitidos suelen mejorar en una semana, pero la tos y la congestión nasal pueden durar más.
Mi bebé ha tenido bronquitis varias veces y me asusto. ¿Cuándo debo ir a urgencias? Acude a urgencias si el niño respira con dificultad, tiene los labios morados, o no puedes mantenerlo despierto.
Mi bebé tiene bronquitis y todos me aconsejan tratamientos. ¿Debería esperar como dice el pediatra? Sí, la mayoría de los bebés solo necesitan cuidados y no medicinas específicas. Usa un humidificador y aspira su nariz con suero fisiológico.
¿Por qué no le dan medicamentos a mi bebé con bronquitis? Los bebés pequeños pueden no responder a los broncodilatadores. Los antibióticos no son eficaces contra las bronquitis virales.
¿Mi hija siempre se resfría porque no la abrigo suficiente? No. Los resfriados son causados por virus, no por la falta de abrigo. Los virus se propagan más en meses fríos y en lugares concurridos como guarderías.
¿Es peligroso que mi hijo de 2 años tome cortisona para la bronquitis? No, el uso de corticoides por periodos cortos (3-5 días) es seguro y no crea adicción. La interrupción del uso crónico debe hacerse de manera progresiva.
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