Cómo calmar un bebé

Chuparse los dedos es un comportamiento saludable y placentero para los recién nacidos. Un bebé de tres semanas recurrirá a succionar sus dedos (o los tuyos) para calmarse cuando esté molesto o para tranquilizarse. Puedes ayudar a tu bebé a dominar esta habilidad dejando sus manos desnudas (sin guantes), arropandolo de forma que sus manos queden cerca de su cara, y colocando una toalla o manta enrollada detrás de sus hombros para ayudar a empujar sus brazos hacia adelante cuando esté sentado.

¡Hamacas y portabebés al rescate!

Algo que tienen en común todos los bebés de esta edad en el mundo es la tendencia de comenzar una sesión de llanto que dure toda una tarde o noche. Este llanto no significa que a tu bebé le falta algo ni que estás haciendo algo mal; lo causa su sistema nervioso, que está madurando. Por supuesto, saber esto no ayuda mucho cuando escuchas a tu bebé llorar. Trata de permanecer calmada. Mécelo, acúnalo y cántale. Lleva a tu bebé en un portabebés durante el día (para reducir la duración del llanto más adelante) e intenta ponerlo en un columpio; a menudo el movimiento puede ayudar a calmar a un bebé angustiado, pero si el bebé se queda dormido lo debes poner en su propia cama sobre su espalda.

Nota:

A esta edad, los bebés son demandantes, así que puede ser una etapa particularmente difícil para ti. La falta de sueño y los grandes cambios con respecto a la rutina anterior puede afectar mucho a los padres. ¡Se fuerte! Intenta pensar que se trata de una breve extensión de tu embarazo. Descansa cuando tu bebé duerme, y asegúrate de comer regularmente.

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